CONSECUENCIAS PSICOLOGICAS DEL CONSUMO DE ALCOHOL
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Se dividen en efectos a largo y a corto plazo:
Si nos centramos en los efectos psicológicos del alcohol que surgen en cuestión de minutos tras su consumo, destacan los siguientes.
1. Lapsos de memoria
La ingesta de alcohol puede producir alteraciones en la región del hipocampo (memoria en el cerebro), lo que provoca pérdidas de memoria momentáneas o de sucesos completos, según la cantidad ingerida.
2. Cambio emocional
Es uno de los efecto más visibles. Las personas suelen beber alcohol para desinhibirse y volverse más sociables, pero la verdad es que se trata de un depresor del sistema nervioso, y por eso pasados los primeros efectos genera cambios emocionales como la tristeza, la ansiedad o la agresividad.
3. Impulsividad
Relacionado al anterior, este efecto psicológico del consumo de alcohol se debe a que afecta a la región del córtex prefrontal, donde se controla la impulsividad de la persona, entre otras cosas. Por ello, ingerir bebidas alcohólicas tiende a hacer que seamos más impulsivos en la tomas de decisiones y arriesgado.
4. Pérdida de conocimiento
Al consumir grandes cantidades de alcohol en poco tiempo, se provoca un aumento vertiginoso en la cantidad de esta sustancia que hay en la sangre, lo que puede inducir a un desmayo o pérdida de la conciencia cuando el contenido de la bebida pasa a ser metabolizado.
Ahora, pasemos a ver cuáles son los efectos psicológicos del alcohol a largo plazo, es decir, en la escala de semanas, meses y años.
1. Trastornos emocionales
Si a corto plazo el alcohol modifica el carácter, a largo plazo este efecto psicológico por el consumo de alcohol es más potente y duradero.
El consumo continuado de alcohol lleva en muchos casos a disminuir la cantidad de serotonina, un neurotransmisor implicado en el estado de ánimo, por lo que un alcohólico presenta, típicamente, cuadros depresivos. A esto se le añaden otros factores externos, como el rechazo social o la sensación de tristeza o inutilidad, que alimentan aún más la situación.
2. Inmadurez emocional
El abuso del alcohol y la situación de la persona frente la sociedad llevan a las personas alcohólicas a tener una conducta inmadura; La inmadurez emocional engloba los siguientes aspectos:
Baja autoestima
Sensación de fracaso y de inutilidad
Irresponsabilidad o falta de interés
Reacciones impulsivas y agresivas
Poca tolerancia a la frustración y a la insatisfacción
Por otra parte las llamadas consecuencias psicosociales que trae consigo el abuso de alcohol son:
Conflictos familiares
Problemas laborales y académicos
El rechazo por parte de amistades o compañeros
Tendencia a aislarse
3. Problema en el desarrollo cerebral
El consumo abusivo del alcohol en jóvenes afecta a un correcto desarrollo del cerebro. Esto se traduce en dificultades de aprendizaje y memoria. Por desgracia, el consumo de bebidas alcohólicas se da cada vez en edades más tempranas.
Se ha demostrado que la ingesta de altas dosis de alcohol de forma intermitente durante la adolescencia, como su- cede en el patrón de consumo de los jóvenes que beben principalmente los fines de semana, está asociada a la muerte neuronal y a la aparición de dificultades en los procesos cognitivos y de aprendizaje de los adolescentes.
Formación mental de ideas falsas
El autoengaño (como la negación de tener problemas de adicción a la bebida)
Desconfianza hacia los demás
Déficit de atención y razonamiento confuso que llevan a malinterpretar la realidad
Un aspecto importante es la aparición de los celos patológicos. Los cuales son celos infundados y reavivados por la actitud que la bebida promueve en casos de ingesta excesiva de alcohol. Pero si además existe la posibilidad de que la bebida propicie la agresividad del alcohólico; entonces la problemática puede agravarse y resultar peligrosa para quienes están a su alrededor.
5. Psicosis
En las adicciones prolongadas, el exceso de alcohol en sangre hace que algunas personas propensas a los síntomas psicóticos experimenten alucinaciones. Asimismo, cortar de forma repentina el consumo provoca un síndrome de abstinencia al alcohol que se representa con movimientos involuntarios, temblores, náuseas o incluso la muerte.
6. Síndrome de Wernicke-Korsakoff
Esta alteración tiene su origen en la carencia de vitamina B1, y es habitual en personas que sufren de alcoholismo. Este síndrome es la suma de la encefalopatía de Wernicke, enfermedad que genera entre otros efectos una descoordinación a la hora de caminar o mover los ojos, y el síndrome de Korsakoff, basado en problemas de memoria.
Bibliografia:
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